El municipio vecino perdió un juicio por 100 millones y puede ser declarado en quiebra. El motivo de la deuda es por una rifa.
La historia comienza casi dos décadas atrás, cuando en 1995 dos mujeres oriundas de Chascomús participaron de un sorteo con un premio tentador: un campo de 327 hectáreas aptas para la agricultura.
Pero los conflictos comenzaron cuando las protagonistas, Sonia Della Vedova de Godoy y Clorinda del Carmen Gallego de Sandoni, quisieron hacerse acreedoras el premio legítimamente ganado. Tras años de reclamos infructuosos, decidieron presentar una demanda formal reclamando como indemnización una suma millonaria, generando tal revuelo que el caso llegó hasta la Corte Suprema de Justicia, la cual falló a favor de las demandantes y el municipio tendrá que hacerse cargo.
La rifa había sido organizada por una cooperativa que nucleaba a tres escuelas rurales, con el fin de recaudar fondos. Pero el conflicto estalló cuando se descubrió que la propiedad apenas contaba con un boleto de compra venta, pero no con la escritura de propiedad correspondiente. También salió a la luz el hecho de que había sido hipotecada en reiteradas ocasiones, todo esto imposibilitando su escrituración a nombre de las beneficiarias, hecho que llevó al incumplimiento de la entrega pactada.
Mientras se sucedían uno tras otro los problemas de escrituración, la propiedad, hoy valuada en casi 4.5 millones de dólares, finalmente fue destinada a remate judicial, y adquirida por un nuevo comprador.